Aurelio Aurelio contempla en silencio las casi inabarcables posesiones, desde una de las múltiples aberturas ubicadas en lo alto de la palaciega construcción. Ante sus ojos se despliegan una sucesión de frutales, sembradíos, huertas y los dos maravillosos jardines que adornan la vía de ingreso principal. En éstos, se pueden observar algunas de las pocas muestras de extravagancia, representadas en parejas de pavos reales y fuentes de agua en perpetuo funcionamiento. Un verdadero enjambre de sirvientes y contratados se movilizan en todos los sentidos, dando respuesta a las múltiples tareas que el entorno exige. Las caballerizas y las cuadras para el descanso, se ubican en uno de los laterales de la construcción principal. La opulencia exhibida sin embargo, está combinada con la sobriedad y el buen gusto. La vasta extensión que actualmente ocupa la propiedad tuvo su origen en algo bastante más reducido, hace algunas generaciones atrás. Las efectivas administraciones a lo largo del tiem
Textos artesanales de género variado..