Ir al contenido principal

 

LLuvia

La lluvia se había tornado inclemente en la tarde noche de otoño. Fuertes ráfagas acompañaban por momentos la caída de agua, lo que aumentaba el nivel de la mojadura. La última hora había transcurrido de manera muy lenta por la falta de clientes. El momento del cierre comercial llegó y comenzaron las últimas tareas. Como siempre, siendo el encargado del local, debo esperar a que todo lo diario esté concluido y que lo necesario para iniciar el día siguiente, quede en condiciones. Cuando todos han partido, habilito el sistema de alarmas y me retiro de las instalaciones.

Me muevo de manera presurosa, casi restregándome contra la pared. Esquivo charcos y personas como puedo y aprovecho cuanta saliencia de las construcciones es posible, intentando reducir una empapada, que ya es completa. Tomar un transporte público no tiene sentido, al igual que taxis o remises; todo está colapsado. Mi pequeña y muy húmeda alegría es saber que vivo cerca y que estaré bajo la ducha, en unos pocos momentos.

 Mi esposa aguardaba observando desde la ventana. Apenas me acerqué a la puerta de ingreso, la abrió y saludándola con un beso bien acuoso, comencé a quitarme in situ la ropa y desde allí, directo al baño. Después de una estancia bajo el agua caliente un tanto prolongada, nos dispusimos a tomar un café y mientras conversábamos de las trivialidades del día, la cena terminaba su cocción. La lluvia y el viento seguían haciendo de las suyas.

 El primer golpe fue apenas perceptible pero el segundo, unos instantes después, no generó dudas. De inmediato, un tercero. La pequeña ventana ubicada en el sótano estaba seguramente abierta y golpeándose. Nos habían comentado que esa propiedad había sufrido un robo hacía unos años y que el ingreso de los malvivientes se había producido por esa abertura. Técnicamente se encontraba reparada, pero…

 Armado con el palo de amasar y mi señora, con la cuchilla que emplea en la cocina, iniciamos el descenso. La escalera estaba cubierta con algo del polvo. Encabezaba la marcha y fui el primero en observar los dos cuerpos que yacían tumbados en el piso. Por el incipiente hedor que desprendían, llevaban un tiempo en ese lugar. Al acercarme, totalmente alterado por la escena, no pude contener el grito al observar a los cadáveres. Éramos mi esposa y yo.

 Un dolor lacerante que se inició en mi espalda, terminó en el pecho cuando el extremo de la cuchilla emergió por éste. Una sonrisa diabólica se dibujó en mi rostro y comencé a girar. Iba a golpear con violencia, usando el palo de amasar.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El duende - X Notro es un duende gigantón y en quién la fortaleza y la amabilidad también alcanzan proporciones portentosas. Es hijo de padres de contextura promedio y sin embargo, siendo apenas un chiquillo, se empezó a notar que sus dimensiones no se correspondían con la de sus compañeros. Al alcanzar la juventud, tenía la contextura definitiva. Es un coloso en relación al resto. No obstante, la pizca de inocencia que lo acompaña, permitió que fuera aceptado por todos sin resquemores. Como es de esperar, es convocado en toda actividad que requiere de un esfuerzo superior. La contraparte a dicho esfuerzo deben ser las muy generosas porciones de alimentos a ofrecerle como devolución de la gentileza.  La parsimonia matinal fue violentamente interrumpida por el agudo chillido y momentos después, por un colorido abanico de insultos. Varios locales, entre ellos Notro, se apresuraron en llegar al origen de la extraña situación. En el lugar encontraron a un duende que seguía insultando a vi
El chatarrero - Tesoro José terminó aceptando un encargo totalmente inusual, movido por la caída de las ventas de los sourvenirs con los que cuenta y los pedidos particulares. El museo capitalino, en plena reestructuración, se encuentra organizando un ala destinada a la primera guerra, liberada en gran parte en el desierto. Los vestigios se encuentran disgregados en los límites más alejados del arenal y obviamente, presentan el mayor nivel de deterioro. Cada pieza en buen estado cuenta y cuesta.  Pepe se desempeñará básicamente como guía y consejero durante la experiencia que está financiada por una fundación bastante anónima. El objetivo es hacerse con piezas destinadas a la exposición. Nunca se ha visto embarcado en algo de tan generosas dimensiones por la cantidad de gente y equipamiento que involucra. Tendrá una duración de casi dos meses y se llevará a cabo durante el tiempo que, en promedio, se sufren menos los azotes de las tormentas características. La fecha para el inicio se
El pequeño cementerio "Dedicado a mi amada madre, que supo despertar en mí, la pasión por la lectura.” Ocupa un predio insignificante en las afueras del poblado. Está conformado por un grupo muy reducido de antiguas sepulturas y su mantenimiento es nulo. Invadido desde hace tiempo por la vegetación, ingresar y transitarlo es muy dificultoso. Se suma, además, la presencia de basura diversa, arrastrada por el viento y jamás removida. Los límites originales están desdibujados y ha quedado semioculto tras diversos árboles y arbustos silvestres. Identificar a los difuntos solo es posible en las inscripciones que han soportado con éxito el paso del tiempo. Están talladas en las cruces, presentes en los sepulcros. El desuso del camposanto no tiene una explicación definitiva. Rápidamente fue reemplazado por el actual, ubicado en el sector opuesto de la ciudad. Esto determinó sus reducidas dimensiones y la pronta caída en el olvido, Me encuentro instalado en el poblado desde hace casi u