Zombis

 Su origen es el mismo que puede tener una enfermedad neurodegenerativa más pero nunca con consecuencias tan catastróficas. Esta vez, los dados de la selección natural cayeron para este lado. Una proteína natural de las neuronas humanas mutó y comportándose como un prion, comenzó a propagarse sobre otras proteínas y neuronas con un efecto cascada, similar al juego de las fichas de dominó. Para complejizar el cuadro, esta proteína alterada además traspasaba la barrera neurológica y trasladaba el desastre a otros tejidos de la economía corporal. El origen de esa malformación nunca quedó claro y se especuló con una mutación genética, un virus, etc. pero sí su consecuencia: la casi total extinción de la especie humana.

 Los humanos que sobrevivían a la afección quedaban reducidos a un estado bestial, sometidos a los más básicos instintos. El hambre solo satisfecha con carne fresca, los llevó a atacar sin piedad a otros humanos y los que superaban de alguna forma la agresión, rápidamente mostraban los síntomas y signos y se lanzaban a nuevos ataques. El metabolismo estaba tan acelerado que la demanda de alimento era elevadísima. Esto impulsó a conseguir nuevas fuentes de suministro y el blanco elegidos fueron los animales, siendo los caseros las primeras víctimas y así, prácticamente extinguidos. A las grandes ingestas de alimento seguían prolongados períodos de reposo semejante a la hibernación, con un marcado descenso de la temperatura corporal. Era el momento de máxima vulnerabilidad en caso de querer atacarlos pues reaccionaban a muy pocos estímulos. Si la temperatura ambiental se mantenía baja, la capacidad de respuesta era casi nula. Las lesiones al cerebro en general no los detenían totalmente, aunque si limitaba aún más la coordinación y los sentidos; un corte profundo en la parte superior del cuello los derribaba de manera irreversible.

La sociedad experimentó un retroceso de varias décadas. La pérdida inicial de la electricidad en forma masiva generó un colapso generalizado. Todo quedó reducido a los recursos de los grupos sobrevivientes. Entre ellos se encontraban unidades militares y comunidades aisladas. Diversas profesiones se perdieron o simplemente permanecieron como conceptos teóricos. Las más variadas corrientes del pensamiento humano comenzaron a ponerse en práctica entre los distintos grupos de no infectados. Comunismo, fanatismo religioso, anarquía y la extrema derecha son algunos de los muchos ejemplos. Esto llevó en muchos casos a enfrentamientos provistos de una brutalidad extrema. Enfermedades perfectamente evitables o bajo control en otras circunstancias habían reaparecido y con ellas, sus esperadas consecuencias. El enemigo más temible era el tiempo pues a medida que transcurría, la angustia y el miedo cosechaban más adeptos. Colonias enteras sucumbieron por las propias tensiones. Mientras la humanidad agonizaba, la flora y la fauna restante comenzaban a recuperar los espacios donde otrora eran amos y señores. Colores y cantos gradualmente sepultaban el gris urbano. Las crecidas marítimas y fluviales no contenidas permitían a las aguas propagarse avasallantes.

 Como toda plaga, la afección alcanzó su pico y e inició la decadencia. La falta de alimento comenzó a generar la muerte por inanición de las hordas; quienes muchas veces, desesperadas, recurrieron al canibalismo. Esto colaboró con su control. Reducidos y aislados grupos de médicos y estudiosos buscaron medidas para controlar la enfermedad. Se probaron drogas experimentales y otras ya existentes, pero con resultado adverso. Aunque todo se hacía con un nivel muy básico de recursos, la disciplina se imponía sobre las dificultades y la investigación continuaba.

 El científico molecular estaba fatigado; le ardían los ojos y en su cabeza el sueño acumulado nublaba las ideas. Había trabajado toda la noche con una iluminación pésima. Se restregó la vista y se dijo que daría un último vistazo y luego a descansar. Al observar en el microscopio, dio brinco producto de la sorpresa. La disociación observada en la muestra indicaba que se había logrado interrumpir la cascada de reacciones que transformaban a una neurona sana en un verdadero monstruo. Era el comienzo de una larga investigación parar lograr la tan ansiada cura. Un pequeño rayo de luz se filtró a través de la raída cortina y el mugroso vidrio de la ventana.